Hace más de 20 años de la ratificación de la Convención de los Derechos del Niño (21 Septiembre 1990). En sus inicios México fue promotor de dicho acuerdo y trabajó arduamente en lo relacionado a los puntos acordados en la primera Cumbre Mundial de la Infancia, sin embargo, en la actualidad existe un gran rezago en relación a nuestros pares latinoamericanos.
Hoy en día, las discusiones en la parte sur del continente –desde Guatemala hasta Argentina- se centran en analizar en la práctica lo que ha pasado con sus sistemas de protección a la infancia, lo que pasa con un marco legislativo, los modelos locales de trabajos municipales; y trabajar cuestiones como inversión, presupuesto participativo en infancia y participación infantil. México, por su parte, no tiene que ofrecer en términos de discusión. Primeramente, por qué no tenemos un sistema de protección de la infancia, como tampoco tenemos un programa para la infancia. En contraparte, lo único que sí ha crecido en los últimos diez años es el número de organizaciones que de manera directa o indirecta se dedican a infancia. La academia por su parte se ha sumado a este tema y
tenemos ejemplos como lo es el Colegio de México y la Universidad Iberoamericana, que se están dedicando a recuperar la historia de la infancia en México, las representaciones sociales, todo ello que no existía. Aunque desde una perspectiva más general el rezago es evidente.
Lo que se busca con la Alianza es un espacio donde se pueda intercambiar experiencias y de análisis conjunto, desde diferentes visiones interdisciplinarias; y que, de igual manera, se logre incidencia pública.
Alianza MX